viernes, 13 de marzo de 2015

Tributo a Pratchett


"¿Por qué tengo seis pantallas? Porque no tengo espacio para ocho."
Terry Pratchett describiendo su estudio en 2002.
La muerte de Pratchett me afecta de una forma especial: durante los últimos diez años ha sido un referente moral, sus batallas eran las mías y su humor me daba esperanza por la humanidad.
Ayer fue un día trágico, mi mundo se ha vuelto más serio y oscuro, pero tengo la sospecha que se ha ido cuando él quiso, completó su vida y aunque sé que tanto para su familia nuclear como para su amplia familia a lo largo de todo el mundo, ha sido un mazazo, él se fue en paz, acariciando a su gato, bajo los primeros rayos de sol de primavera y esperando, como Niebla, para conocer a uno de sus personajes más aclamados, Muerte. Nadie muere de verdad mientras alguien recuerde su nombre. Y somos muchos los que lo recordaremos, los que releeremos sus historias y los que empezarán a leerlas ahora. Lo recordarán sus colegas escritores y empezará a ser un referente para una nueva generación.
Pratchett ha sido asesinado por una enfermedad terrible, que le estaba arrebatando quién era y qué podía hacer por su mundo. Se ha ido antes de tiempo, pero, como las brujas de sus libros, con los deberes hechos, dejando un mensaje claro para cualquiera que se sumerja en él: quién soy, quienes son mis referentes, qué luchas me importan y qué quiero enseñar.
Es muy difícil elegir un libro que recomendar, pero me voy a decantar por Buenos Presagios, el libro que escribió en colaboración con Neil Gaiman, una novela sobre el fin del mundo. Y El Éxodo de los Gnomos, una trilogía cortita con regusto a ciencia-ficción/fantasía que siempre me ha ilusionado (1, 2 y 3).

No quiero terminar sin pedir donaciones a favor de la lucha contra el alzheimer, una enfermedad indolora que te arrebata lo que te define como ser humano: "a veces es como si tuviera dos enfermedades, tener alzheimer y saber que tengo alzheimer".

https://www.justgiving.com/Terry-Pratchett